*MODELOS DE INTERVENCIÓN
Los
modelos de intervención se refieren al cómo
de la educación emocional. Es decir, a las estrategias y procedimientos
para llevarla a la práctica. Para detalles sobre los modelos de orientación e
intervención psicopedagógica hemos de remitir a otro documento (Bisquerra,
1998) del cual vamos a extraer algunas de las siguientes ideas para aplicarlas
al caso concreto de la educación emocional.
Los
modelos de intervención dependen de los destinatarios del programa y del
contexto concreto donde se vayan a aplicar. En este sentido consideramos oportuno
distinguir entre programas dirigidos a:
-
Alumnado de la educación formal.
-
Profesorado, como formación de formadores y educación
permanente.
-
Adultos que participan en cursos patrocinados por
instituciones.
-
Profesionales en formación contínua en las organizaciones.
-
Grupos de riesgo.
Habida
cuenta de las diferencias que puedan darse según los destinatarios y los
contextos, algunas características generales son las siguientes. En la
exposición que sigue está deliberadamente presente un sesgo hacia la educación
formal, que debería ser adaptada a los otros contextos.
Las
lecciones pueden ser muy breves; pero deberían estar presentes a lo largo de
todo el ciclo educativo, en todas las áreas académicas, como si se tratara de
un tema transversal. Un proyecto de
programa de educación emocional integrado en el currículum, como si se
tratase de un tema transversal debe ofrecer un conjunto de materiales
preparados para ajustarse a lecciones específicas de las diversas áreas
académicas. Al mismo tiempo debe haber una serie de tópicos para ser tratados a
través de "educación ocasional", a medida que vaya presentándose la
ocasión a partir de los problemas y debates ordinarios que se generan en la
clase.
Los
diversos temas del programa se introducen en un determinado curso. Pero son
retomados, ampliados y profundizados en sucesivos cursos posteriores. No se
trata de que cada curso se repita todo, sino de que cada tópico sea contemplado
varias veces a lo largo de todo el currículum.
Una
estrategia consiste en aprovechar los problemas de los alumnos para tratarlos
en asamblea. Los problemas que surgen varían según el nivel educativo. En los
primeros niveles lo típico son las "bromas", sentir que los amigos le
dejan fuera, miedos.
El
conocido grito de "¡Yo primero!", es una pandemia en los primeros
cursos de primaria (y para algunos se prolonga durante toda la vida). Esta
expresión y el comportamiento subsiguiente pueden dar lugar a disputas y peleas
para ver quién se pone el primero en la cola, quien es el primero que juega o
que elige. Si la respuesta del adulto es "¡Para ya!" no sirve de
mucho en cuanto a aprovechar la ocasión para instruir sobre otras formas de
relacionarse o de negociar. En cambio se puede sacar partido si se ofrecen
otras alternativas imparciales, como por ejemplo elegir al azar, sacar suertes,
se hace una ronda de tal forma que el primero no sea siempre el mismo sino que
va rotando, negociar, etc.
La implantación de programas de educación
emocional en un centro educativo no es tarea fácil. En función de las
características del centro y de la disponibilidad del profesorado, a veces se
tendrá que empezar por poco e ir añadiendo en la medida de las posibilidades.
En otro documento (Bisquerra, 1998) se expone los modelos de intervención.
Recogiendo lo que allí se explica, puede ser útil recordar diversas formas de
intervención:
* LA INTERVENCIÓN POR
PROGRAMAS.
La
implantación de programas de educación emocional en un centro educativo no es
tarea fácil. Recordemos diversas formas de intervención, que pueden aplicarse
según las circunstancias, pero teniendo siempre presente que el objetivo final
debería ser llegar a la implantación del modelo de programas:
-
Orientación
ocasional: Se trata de que el personal docente aproveche la
ocasión del momento para impartir contenidos relativos a la educación
emocional. A menudo se trata de un profesor que por iniciativa propia introduce
en sus clases aspectos relacionados con la educación emocional. En este caso no
se trata de un programa propiamente dicho. Pero puede ser la semilla de lo que,
con el tiempo, se pueda convertir en él.
-
Programas
en paralelo: Se trata de acciones que se realizan al margen
de las diversas materias curriculares. A menudo se utiliza horario
extraescolar, lo cual repercute en una asistencia minoritaria, ya que el
alumnado no lo percibe como algo importante. Mucho más si la asistencia es
voluntaria. Pero puede ser un punto de partida para otras actividades
posteriores más relacionadas con el currículum académico.
-
Asignaturas
optativas: Los centros educativos pueden ofertar asignaturas
optativas sobre temas relacionados con la educación emocional. Al ser una
asignatura optativa lo lógico es que no se inscriban todos los alumnos. Pero
puede ser una forma de empezar una acción que con el tiempo se vaya ampliando.
-
Asignaturas
de síntesis: En algunos sistemas educativos existen las
denominadas “asignaturas de síntesis”, que se realizan durante un breve período
de tiempo y en las que se trata de integrar los conocimientos de las diversas
materias. Como tópico de estas asignaturas de síntesis se pueden elegir
aspectos relacionados con la educación emocional. Tiene la ventaja que la
asignatura de síntesis suele ser obligatoria.
-
Acción
tutorial: El Plan de Acción Tutorial (PAT) debería ser el
instrumento dinamizador de la educación emocional. Tiene la ventaja que la
acción tutorial grupal se dirige a todo el alumnado. Dentro de las sesiones de
tutoría tienen cabida todos los contenidos de la educación emocional.
-
Integración curricular: Los
contenidos de la educación emocional se pueden integrar de forma transversal a
lo largo de las diversas materias académicas, y a lo largo de todos los niveles
educativos. El profesorado de cualquier materia puede incluir en ella, al mismo
tiempo que la están explicando, contenidos de carácter emocional. Se trata de
una “infusión” o “integración” en el currículum académico de contenidos que van
más allá de lo estrictamente instructivo. En este sentido se podría considerar
como un tema transversal. Ésta es probablemente la estrategia más idónea y la
que se debería potenciar; si bien hay que aceptar que no siempre es posible y
que requiere mucho tiempo de toma de conciencia, formación y progresiva
aplicación. Pero, en general, se puede decir que éste debería ser uno de los objetivos
a lograr en un centro educativo: considerar a la educación emocional como un tema
transversal en el que participan la totalidad del profesorado en sus clases
a lo largo de todo el currículum académico.
-
Integración
curricular interdisciplinaria: Es un paso más a partir de la
“integración curricular”. Se requiere la implicación del profesorado, con una
coordinación ejemplar entre ellos, para poder exponer unos contenidos que se
sincronizan con otros que está impartiendo otro profesor. Por ejemplo, al
ocuparnos de la prevención del consumo de drogas, el profesor de Ciencias
Naturales explica los efectos que tienen sobre la salud, a partir del estudio
del cuerpo humano; el profesor de Ciencias Sociales desarrolla la presión
social que induce al consumo, así como las presiones económicas inherentes; en
matemáticas se realizan ejercicios sobre estadísticas de consumo y morbilidad;
en Educación Física se trata del “doping” y los efectos que tiene el consumo de
alcohol y tabaco sobre el rendimiento deportivo; en Lenguaje se introduce el
argot propio de las drogas; en Expresión Artística se realiza un póster alusivo
al tema con la intención de concienciar sobre esta problemática, cuyo mensaje
es: no consumir. En tutoría es donde se
debería contemplar la dimensión emocional de todo lo que antecede. De esta
forma podemos ver como en todas las materias se puede hacer alusión al tema de
forma interdisciplinaria.
-
Sistemas
de Programas Integrados (SPI): Es un paso más al anterior:
se trata de interrelacionar programas diversos. Por ejemplo, un programa de
habilidades sociales se interrelaciona con un programa de búsqueda de empleo,
en el bien entendido de que la persona que tenga buenas habilidades de
comunicación interpersonal tendrá más facilidad en superar la entrevista de
selección de personal. El mismo programa de habilidades sociales se
interrelaciona con el programa de prevención del consumo de drogas en cuanto la
habilidad para hacer frente a la presión de los compañeros es básica para
evitar el consumo. Otra forma de evitar el consumo es mediante un autocontrol y
prevención del estrés. En efecto, el estrés que a veces induce al consumo, se
previene con el mismo programa de prevención del estrés ante los exámenes, las
oposiciones o la selección de personal del programa de búsqueda de empleo que
citábamos. Un SPI, desde la perspectiva de la educación emocional, debería
tener unos elementos dinamizadores; el tutor y el orientador son los más
apropiados. Desde la tutoría se puede poner un énfasis especial en la dimensión
emocional de todo lo que antecede. En resumen, si bien se analiza, existe un
conjunto de posibles programas que cada uno de ellos tiene un sentido en sí
mismo. Pero si se imparten de forma interrelacionada pueden producir un efecto
de sinergia. A esto le denominamos sistemas de programas integrados.
2.3. PROGRAMAS PARA EDADES
TEMPRANAS.
La existencia de programas de educación
emocional en edades tempranas pone de manifiesto que hace falta un tipo de
intervención sistemática, intencional, colegiada y progresiva sobre el
desarrollo emocional de los niños.
Los programas que se presentan a
continuación van dirigidos al alumnado del nivel educativo de la población
infantil. Deberían comenzar en la Educación Infantil y prolongarse a lo
largo de la Educación Primaria y Secundaria. Por otra parte, la educación
emocional es una modalidad de formación permanente que se dirige, también, a
las personas adultas en general.
Para
poner en marcha una intervención por programas se requiere de unos recursos tanto
de tipo personal (personal dispuesto a llevar a cabo la intervención con la información
y formación adecuada) como de tipo material (materiales e instrumentos suficientes
con un adecuado nivel de concreción). Por otra parte, hay que establecer la temporalización
del programa y de cada una de sus actividades, no sólo en cuanto al número de
horas sino también en cuanto a la franja horaria más adecuada, así como la época
del curso más apropiada.
http://socioemocional.blogspot.com.es/2008/02/programas-de-educacin-socioemocional.html
Algunos de los
más utilizados son:
- Sentir y pensar. Programa de InteligenciaEmocional para niños y niñas de 3 a 5 años de Begoña Ybarrola. SM, Madrid, 2004.
- Educación Emocional. Programa para 3-6 años y6-12 años. Rafael Bisquerra (GROP). Praxis. Barcelona 2003.
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